sábado, 18 de septiembre de 2010

KARMA ASIGNADO

Ninguna corriente de vida que encarna recibe, en ninguna encarnación, más karma del que su desarrollo le permitirá expiar completamente en el lapso de esa vida. No hay enfermedad, angustia ni condición que, a través de la Ley de Justicia y Misericordia, pueda experimentar alguna corriente de vida en esa encarnación que sea mayor que la consciencia desarrollada y poder del individuo a quien legítimamente pertenece ese karma. Esta es la Ley y bien pueden proclamarla desde los tejados.

María ha dicho, "El Señor [la Ley] prepara la espalda para la carga"-sí, hasta cierto grado, pero la Ley no inflige la carga de la energía que regresa a la corriente de vida hasta que, dentro de la Llama en el corazón y la capacidad en la consciencia, haya el poder potencial para balancear la deuda.

¿Dónde estarían la Justicia y la Misericordia, si las deudas regresaran más rápido que el poder desarrollado dentro para expiarlas? Ahora bien, dentro del alma está el poder potencial para expiar cada pizca de karma que le pertenece (y que se le asigna) a cada corriente de vida; pero muy pocos, poquísimos hombres, mujeres y niños adoran lo suficiente a la Presencia de Dios como para exteriorizar ese balance. Cuando lo hagan, la enfermedad y la muerte, la desintegración y el fracaso dejarán de ser.

El hombre que recibe dentro de sí el retorno de su energía a sabiendas de que la Ley Cósmica no lo recargará en ninguna encarnación singular con más de lo que él puede manejar, se regocijará -cuando parezca experimentar el retorno de una considerable cantidad de karma- de que el Dios de Vida ha considerado que él ha madurado lo suficiente no sólo para borrar esa cualidad de su propio mundo, sino de la faz de la Tierra.


Maestra Kwan Yin

No hay comentarios:

Publicar un comentario